Después de la firma de los tratados de paz, los Estados
Unidos definen su política exterior a través del plan Marshall que tiene como
finalidad el otorgamiento de préstamos a los demás países para su recuperación
financiera. Rusia por otra parte apoya económicamente a las naciones del bloque
socialista por medio del plan Molotov, con lo cual pretende reafirmar su domino
en estos territorios y en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Las
diferencias entre las dos potencias mayores se hacen más abismales y propicia
el desarrollo del antagonismo ideológico entre capitalistas y socialistas que
el mundo conocerá como la guerra fría.
Por lo que se refiere a Alemania, calificada como el país
agresor y para evitar su posterior rearme, es dividida en dos zonas de
ocupación, Berlín es fraccionado para establecer la República Federal Alemana,
que sería administrada por los capitalistas y la República Democrática Alemana,
que estaría vigilada por la URSS.
Las órbitas de poder de los países con sistema capitalista en
Europa son los siguientes: Portugal, España, Inglaterra, Francia, Italia,
Bélgica, Suiza, Alemania Occidental, Grecia. Los socialistas: Finlandia,
Estonia, Letonia, Polonia, Alemania Oriental, Checoslovaquia, Hungría, Rumania,
Bulgaria, Albania y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
Las condiciones de los países asiáticos, africanos y
latinoamericanos se vieron envueltos en movimientos de liberación que fueron
apoyados por las dos superpotencias en un intento formal para tratar de incorporarlos
a sus órbitas de poder.
A fines de la década de los cincuenta, las dos naciones
fuertes tienen constantes roces diplomáticas en su afán de dominio. A tal lucha
Winston Churchill la denominó Guerra Fría, y es que eran enfrentamientos
ideológicos que no llegaban a desembocar en una guerra armada entre los dos
gigantes del mundo.
Winston Churchill |
El enfrentamiento se ve recrudecido en mayo de 1948 cuando
se firma la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) por los
ministros de asuntos exteriores de Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña,
Dinamarca, Islandia, Noruega, Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Francia, Portugal e
Italia el cual tiene como finalidad evitar la propagación del comunismo e
incrementar la ayuda comercial y financiera entre ellos.
Los países socialistas forman en mayo de 1955 el Pacto de
Varsovia con la participación de Albania, Rumania, Bulgaria, Hungría,
Checoslovaquia, Polonia y la República Democrática Alemana buscando limitar la
acción de la OTAN.
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