Arte Cinético
El Arte Cinético es el arte que implica movimiento. El
término “cinético” viene del griego kinesis=movimiento
y kinetiko= móvil. Pero no todo arte
que conlleva movimiento es cinético en el sentido estricto, pues no todas las
obras que se mueven son cinéticas, ni todas las obras cinéticas se mueven.
Desde tiempos prehistóricos, los artistas han tratado de
reproducir y representar en sus obras el movimiento de los seres humanos y de
los animales a través de distintos medios plásticos. Sin embargo, a los
artistas del Arte Cinético no les importaba representar el movimiento, sino les
preocupaba el movimiento real incorporado a la obra de arte.
El calificativo “cinético” es de reciente uso en el arte;
fue empleado por primera vez en 1920, en el “Manifiesto Realista” de Naum Gabo
y Anton Pevsner. Al mismo tiempo, Moholy-Nagy y Kemeny, en su escrito “Sistema
de fuerzas dinámicas constructivas”, emplearon el término dinámico para
referirse a la mayor parte de los movimientos. Marcel Duchamp realizó en los
años treinta varias obras tridimensionales llamadas Rotorrelieves, provistas de un motor que podía ser puesto en marcha por
el espectador gracias a un mecanismo especial. Duchamp utilizó también el
vocablo “móvil” al mencionar las características de las obras de Alexander
Calder, pero el término Cinético fue aceptado en un sentido más amplio,
referido al movimiento real y virtual, hacia el año de 1955, en especial, a
partir de la exposición “El Movimiento”, realizada en la Galería Denis René de
París.
Rotorrelieves, Marcel Duchamp |
El Arte Cinético se presentó bajo dos modalidades o tendencias:
la del movimiento espacial, denominada Cinetismo, donde la modificación
espacial de los objetos es perceptible por el espectador, y la lumínica,
llamada también, Luminismo, caracterizada por el cambio de color, de
luminosidad, de trama lineal, etc. Esta última tendencia surgió a finales de
los años cincuenta y principios de los sesenta, alcanzado su máxima notoriedad
en 1967, con motivo de la exposición “Lumière et Mouvement”, la cual tuvo lugar
en el Museo de Arte Moderno de París, donde la totalidad de las obras
presentadas combinaban la luz artificial y el movimiento real. Aunque el
declive del Arte Cinético se sitúa hacia 1970, muchos de los artistas de esa
corriente continuaron sus experiencias en otras manifestaciones como el
Environmental art (arte ambiental).
Aunque en sus inicios el Arte Cinético estaba vinculado, en
sus aspectos teóricos y práctico, al Futurismo y al Constructivismo de décadas
anteriores, las manifestaciones cinéticas realizadas a partir de 1960 contaron
con condiciones y sistemas de producción diferentes a sus antecesoras. El
escultor Alexander Calder deseaba expresar en sus obras el movimiento por el
movimiento y resolvió el problema de la energía motriz de una forma a la vez
simple, elegante y obvia, sirviéndose de la acción del aire para construir sus
característicos móviles, en 1932. En su forma más desarrollada, estas
creaciones estaban compuestas de placas metálicas plantas, pintadas en blanco y
negro o en colores primarios. Las placas se colgaban de varillas, articuladas de
tal modo que podían moverse libremente en cualquier dirección. Cuando una
corriente de aire las mueve, giran suavemente a velocidades diversas,
componiendo una especie de contrapunto de movimiento. Dentro de la modalidad de
la escultura cinética han destacado, entre otros, Nicolás Schöeffer, Kenneth
Martin, G. Rickey, Eusebio Sempere, Yaacov Agam, Julio Le Perc, Morellet y
Bruno Munari, que puso de relieve el interés por obras accionadas por aparatos
electromagnéticos o simples motores, que cuentan con sistemas de programación,
como “Obra en movimiento programado con variaciones cromáticas”.
Alexander Calder |
El Op art
El Op art (Arte óptico) se ha clasificado a veces como una
derivación del Arte Cinético, sobre todo por la gran impresión de movimiento
que se logra en las obras de esta corriente artística, las que parecen
expandirse y contraerse, avanzar y retroceder, o bien simulan girar, saltar
fuera del lienzo, surgir o desaparecer. Sin embargo, ninguna obra implica un
movimiento real, sino un movimiento virtual apreciado por el espectador.
El Op Art creó la impresión de movimiento mediante el
recurso de la ilusión óptica, apoyándose enteramente en medios pictóricos,
partiendo de dos conceptos de creación artística diferentes, uno de los cuales
hace énfasis en la luz y otro en el color. Así, se pueden diferenciar dos
tendencias ópticas.
El Op Art Cinético, que opera con las posibilidades de la
modulación física de la luz y utiliza sus medios dentro de un espacio
tridimensional.
El Op Art Estático que lo hace sobre la superficie
bidimensional del cuadro.
El Op Art Cinético tuvo como creadores más representativos a
los siguientes artistas: Jesús Rafael Soto, que colocó delante del plano de
vibración óptica una trama rayada vertical realizada con unos hilos tensados de
nilón o agujas de acero; el desplazamiento del espectador produce la modificación
innovadora del simple efecto vibratorio mediante las rayas de contraste; F.
Morellet y L. Wilding, quienes intentaron conseguir una óptica pura con sus
experimentos de superposición estructural de líneas; P. Sedgley, cuyos círculos
de color concéntricos demuestran, con la ayuda de un color intensamente
luminoso, la claridad gradual y la fuerza de dispersión energética de cada
calidad cromática.
Françoise Morellet |
Víctor Vasarely desarrolló el Op Art Estático como arte de
vibración de colores, sirviéndose de las experiencias cromáticas de la Bauhaus,
sobre todo de los efectos vibratorios que se producen en el contraste
blanco/negro, efecto vibratorio cuya causa se encuentra en la pereza del ojo
humano, que no analiza los contrastes regulares de pequeñas partículas o de
estrechas líneas de color como tales, sino percibe una ilusión que sintetiza
las líneas de contraste seriadas en un
efecto de movimiento espacial-plástico. El método del tramado del color
seriado, empleado por primera vez por Vasarely, desembocó en una gran variedad
de juegos con las alteraciones de tamaños de unidades superficiales de
estructuras. Otros artistas pertenecientes al Op Art Cinético son: Yaacov Agam,
Jeffrey Steele, Ad Reinhardt y la pintora británica Bridget Riley, cuya obra
“Current” produce el efecto óptico de las líneas ascendentes y descendentes
característico del Op Art,
En Europa el Op Art apareció a la mitad de los años sesenta,
como una amplia tendencia estilística denominada Nueva tendencia, que agrupaba
a una serie de artistas bajo diversos nombres: los alemanes de Stringenz y del
Grupo Zero, los italianos del Grupo N y del Grupo T, los holandeses del Nul,
los franceses del Groupe de recherches d’art visual, los suizos de la Kalte
Kunst. A pesar de las diferencias existentes entre estos grupos, todos tienen
en común una misma preocupación: la búsqueda de los valores esenciales de la
percepción visual y el hacer participar al espectador en el proceso artístico
activando su percepción mediante el empleo de estímulos óptico-cinéticos.
El Hiperrealismo
En 1966 tuvo lugar en el “Museo Guggenheim” de Nueva York la
exposición The Photographic Images, en la que se dio a conocer al público la
obra de varios pintores y escultores, obsesionados por la reproducción casi
literal de la realidad Son los llamados hiperrealistas, a los que también se
les conoció como superrealistas, foto-realistas o precisionistas. A pesar de
que los mismos pintores anunciaban públicamente que no hacían uso de la cámara
fotográfica, la fotografía constituyó una parte esencial en sus obras y muchos
se sirvieron de los recursos técnicos fotográficos como medio.
El Hiperrealismo aparece como sucesor del Pop y en cierta
forma, vinculado a él. De ahí su interés por los aspectos triviales de la
sociedad de consumo y por las imágenes populares de la cultura underground. Su
exagerado realismo debió se runa reacción ante la ausencia de objeto promovido
por el Arte Conceptual que apareció en esos mismo años.
Aunque se trataba de un movimiento artístico desarticulado,
se han establecido dos tendencias dentro del mismo, manteniendo una cierta
flexibilidad: la primera, vinculada al realismo fotográfico del origen “pop”,
donde se representan, hasta en el menor detalle, paisajes urbanos, automóviles,
motocicletas, etc.; está representada por: Ralph Goings, Thomas Blackwell,
Richard Estes, Malcom Morley, John Kacere, Robert Cottingam, Chuke Close, Don
Eddy y otros. La segunda tendencia, más conectada con la tradición pictórica
occidental, resucita los temas académicos de retrato y el paisaje, del desnudo,
el bodegón y el interior, inspirados en los grandes maestros de la pintura como
Ingres, Vermeer, Velázquez, y que agrupó a Pearlstein, Beal, Katz, Bailey,
Leslie, el Grupo Zebra. Entre los aspectos comunes de las dos tendencias, cabe
señalar la exactitud y sobriedad de la representación, su carácter distanciado
y frío, el uso de recursos ilusionistas como la perspectiva y el uso de la
cámara fotográfica.
Dentro de la escultura Hiperrealista, los artistas
reproducen con bastante exactitud a la figura humana en contextos naturales
como turistas en un parque, mujeres haciendo la limpieza, personas que van de
compras y varias situaciones más, utilizando en su realización distintas
técnicas y materiales. Dos escultores hiperrealistas pertenecientes al ámbito
estadounidense son: Duane Hanson y John de Andrea.
Duane Hanson |
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