Contexto geográfico
El antiguo Egipto estuvo situado al noreste de África,
colindaba al norte con el Mediterráneo, al sur con Nubia, al este con
Mesopotamia y al oeste con el desierto de Libia. Es una región atravesada de
sur a norte por el río Nilo, que tiene una extensión de 6 700 km, nace en el
corazón de África en los lagos Alberto y Victoria y termina en el Delta que
desemboca en el Mediterráneo.
El clima de Egipto es seco, pero las inundaciones
regulares que caracterizan el régimen fluvial del Nilo proporcionan al
territorio un estupendo sistema de irrigación natural. La inundación desparrama
por el valle el agua y el limo necesarios para el cultivo de cereales, que
crecen en abundancia y que permiten a los egipcios tener una producción
excedentaria de alimentos, lo que les facilita el comercio con otros pueblos.
Egipto, en la etapa predinástica antes de su consolidación
como imperio, estuvo dividido en el Alto Egipto, constituido por 33 nomos o
provincias, y el Bajo Egipto, integrado por 20 nomos. Hacia el año 3 000, el
faraón Menes unificó Egipto en un solo imperio a partir de ese momento comienza
el período conocido como Imperio Antiguo.
Cronología del Antiguo Egipto
A continuación presentamos las diferentes etapas de la
historia de Egipto con fechas aproximadas, para dar referencia de ubicación
temporal.
- Periodo Arcaico: los clanes y nomos y la dinastía tinita (4 000 a.C. – 2 800 a.C.)
- Antiguo Imperio; dinastía menfita (2 800 – 2 300 a.C. aprox.)
- Imperio MEDIO O Primer Imperio Tebano (2 050 – 1 750 a.C.)
- Nuevo Imperio o Segundo Imperio (1 580 – 1 080 a.C.)
- Bajo Imperio o en decadencia (664 – 342 a.C.)
- Período Grecorromano (332 – 30 a.C.)
Organización política y social
La política, la economía, la sociedad y la religión de los
antiguos egipcios giraban en torno al Nilo; es el río sagrado de la vida y de
la muerte. El río Nilo representaba para los egipcios un gran enigma, pues
desconocían el origen de la crecida de sus aguas que se sucedía durante los
meses de junio a agosto para volver a su cauce en el mes de diciembre, dejando
las tierras ribereñas en óptimas condiciones para la siembra.
Como los egipcios vivían en una región sin lluvias, y no
podían explicar las causas de las crecidas del Nilo, dieron por venerar al río
y por relacionar con él algunos aspectos de su religión.
En Egipto existía una monarquía teocrática y hereditaria
en donde gobernaba el faraón (gran casa), quien contaba con una gran corte de
funcionarios integrada por el visir o primer ministro, los nobles y los
sacerdotes. El poder administrativo estaba representado por los gobernadores de
provincias que protegían los bienes del Imperio en nombre del faraón.
Los egipcios fueron esencialmente un pueblo de
agricultores, pero con el paso del tiempo destacaron paulatinamente las
distintas clases sociales, las que se colocaban jerárquicamente en una pirámide
social: nobleza, sacerdotes, guerreros, escribas, artesanos, agricultores y
ganaderos; por supuesto, en el último estrato de la sociedad se encontraban los
esclavos.
La religión en Egipto
Los mecanismos de la naturaleza, como la lluvia, el sol,
el río, la germinación, fueron un gran misterio para los egipcios. La necesidad
de tener una explicación de ellos los hizo suponer que todo se debía a una
serie de voluntades superiores o dioses, que unas veces se mostraban
despiadados y terribles con los hombres y otras, en cambio, benéficos y
protectores. Todo lo divinizaron, tanto las fuerzas de la naturaleza, como los animales
y las plantas. Adoraron una infinidad de dioses: Ra, Amon-Ra, Osiris, Isis,
Hathor, Anubis, Horus, entre los principales.
Para los egipcios era más importante la vida ultraterrena
que la vida terrena, por tal motivo todas las actividades y el arte demuestran
esa obsesión por la muerte, pero a la vez, por la inmortalidad. Para alcanzar
la inmortalidad, los egipcios embalsamaban a sus muertos para que el Ka o sustancia
divina, eterna, tuviera un lugar donde vivir por siempre.
Arte Egipcio
La arquitectura egipcia es una de las manifestaciones
artísticas más sobresalientes por su monumentalidad, concepción espacial y
perfección técnica. El empleo de la piedra caliza, de mármol y de granito hacen
aún más impresionante cada conjunto arquitectónico.
Un aspecto distintivo de la arquitectura egipcia es el
empleo de distintos tipos de columnas: campaniforme, lotiforme, palmiforme,
papiriforme, protodórica e historiada. Las columnas se utilizaron
principalmente en los templos funerarios y en los de culto dedicados a los
dioses principales.
Pero la principal manifestación de esta arquitectura la
encontramos en las tumbas, que los egipcios construían como residencias eternas
para los nobles y faraones.
Entre éstas se distinguen las siguientes:
- Mastabas: tumbas reales y de los nobles del Antiguo Imperio.
- Pirámides escalonadas: tumbas reales como la del Conjunto de Saqqara.
- Pirámides lisas: tumbas rales como las del Conjunto de Giza.
- Hipogeos: tumbas reales excavadas en las montañas.
Las pirámides lisas del “conjunto de Giza” figuran entre
los más grandiosos monumentos realizados por el ser humano en todos los
tiempos. En ellas se aplicaron cálculos matemáticos muy precisos, pues para
poder lograr dar una inclinación de un ángulo de 51° 51’ en cada lado de la
pirámide, tuvieron que haber conocido el número π, ya que existe una relación
entre la altura de la pirámide y el perímetro de la base. La altura de la
pirámide es igual al radio de un círculo que es la base de dicha pirámide.
Además de las tumbas, se construyeron grandes templos
dedicados al culto público o privado de los diferentes dioses que adoraban los
egipcios. Acerca de los templos, se pueden mencionar los de “Karnak” y “Luxor”,
con sus características principales: la avenida de las esfinges, los obeliscos,
el pilón o fachada de templo, la sala hipetra, la sala hipóstila y el santuario
donde se localizaba la figura del dios al que estaba dedicado el templo.
La escultura representa principalmente figuras humanas o
de dioses en forma de animales. La costumbre de colocar en las tumbas modelos
de piedra que figuraban al difunto y servían de albergue al “doble” o ka (la
sustancia divina), en caso de que desapareciera la momia, dio un gran impulso a
la estatuaria. Estas figuras humanas se representan en actitud hierática, con
los brazos pegados a los costados y con el pie izquierdo adelantado, mostrando
una solemnidad casi sagrada.
Los géneros escultóricos realizados por los egipcios
fueron:
- Retrato: representaciones de faraones, nobles o funcionarios.
- Monumental: faraones o dioses presentados en proporciones majestuosas.
- Relieve: interpretación de escenas de la vida cotidiana, de la vida del faraón y de dioses.
- Maqueta: pequeñas figuras de seres humanos, animales y objetos encontrados en el interior de las tumbas reales.
La pintura, para los egipcios, estaba destinada a
consolidar la idea de eternidad que para ellos simbolizan lo perdurable y lo
sagrado. Las pinturas que aún se conservan están únicamente en templos y tumbas
llenando los muros con representaciones de dioses, de ceremonias religiosas y
escenas de la vida terrenal.
La composición formal de las figuras sigue el principio de
antiperspectiva, en donde parte de la persona u objeto está de perfil y parte
de frente. Por ejemplo en la figura humana el rostro aparece de perfil y el ojo
de frente, el torso de frente, el torso de frente y los brazos y piernas de
perfil. Éste es un convencionalismo propio de la pintura egipcia, especialmente
aplicado en las figuras humanas.
También el empleo del color sigue un convencionalismo o
código cromático, al destinar un color distinto a cada tipo de figuras u
objetos. De esta manera se usa el azul turquesa para las figuras de los dioses,
el rojo para las figuras masculinas, el amarillo para las mujeres, el verde
para la vegetación, el negro para los objetos y los jeroglíficos y el blanco
para las ropas.
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