En 1002 se extinguió la dinastía de Otón el Grande y el poder pasó a un príncipe franconio, Conrado II. Enrique IV, uno de sus descendientes, se vio envuelto en un agudo conflicto con el Papa Gregorio VII. El conflicto se conoció con el nombre de Querella de las Investiduras. Se disputaban el derecho a designar a autoridades eclesiásticas. Enrique IV declaró a Gregorio falso Papa y éste respondió con la excomunión.
El conflicto se hizo más grave. Ya no se trataba de saber quién tenía derecho a nombrar obispos, sino cuál autoridad era superior: la del Papa o la del Emperador.
En un comienzo triunfó Gregorio VII. Los señores feudales se rebelaron contra Enrique IV y éste tuvo que ir a Italia a pedir absolución al Papa. El Papa lo esperó en Canosa y después de varios días de humillación consintió en perdonarlo el año de 1077.
Esta humillación le fue cobrada ocho años más tarde. Enrique IV tomó a Roma y expulsó al Papa. Estas luchas entre Papas y Emperadores continuaron hasta que en 1122 se firmó el Concordato de Worms, por el cual se estipulaba que los obispos serían elegidos en Alemania o Italia por el clero y el pueblo, sin intervención del Emperador, pero no entrarían en posesión de las tierras de un obispado, sino después de haber sido investidos por el monarca.
El año 1137 la corona alemana pasó a la familia Hohenstaufen. El más notable de sus emperadores fue Federico Barbarroja, quién murió ahogado después de la Tercera Cruzada. A su muerte se inició en Alemania una época de anarquía, dividiéndose en cuatrocientos estados. No se llamaba ya Alemania sino las Alemanias.
- Los Capetos
En 987 adviene Hugo Capeto al trono de Francia. Desde esta fecha hasta 1328, esa dinastía tuvo catorce reyes. Los Capetos tuvieron que luchar contra la monarquía angloangevina de Enrique Plantagenet. Fue el primer gran rey Capeto. Gobernó de 1180 a 1223.
A Felipe Augusto le sucedió en el trono Luis VIII, 1223-1226. A éste le sucedió Luis IX o San Luis, quien realizó las últimas Cruzadas y quien definitivamente firmó la paz con los Plantagenet.
Con Felipe el Hermoso, nieto de San Luis, 1285-1314, creció el poderío de los Capeto. A éste le tocó luchar contra el Papa Bonifacio VIII. Éste nombró un obispo sin autorización del rey y estalló la lucha, que terminó, después de varias alternativas, con la muerte de Bonifacio VIII. El nuevo Papa, Benito IX, aunque de carácter pacífico, murió envenenado por negarse a absolver a uno de los favoritos de Felipe el Hermoso. Le sucedió Clemente V, quien estableció la sede papal en Aviñón y prácticamente quedó subordinado al Rey de Francia. El establecimiento de los papas en Aviñón terminó la lucha entre los reyes y los papas.
- Guerra de los Cien Años
Uno de los acontecimientos principales de los siglos XIV y XV fue la Guerra de los Cien Años, sostenida entre Inglaterra y Francia. Su causas fueron económicas. Los ingleses que habían sido antes señores de ricas tierras francesas, quisieron recuperarlas.
La guerra empezó cuando el rey de Inglaterra, Eduardo III, hijo de una hija de Felipe el Hermoso, reclamó el trono francés, pero por la ley sálica de los antiguos francos, las mujeres no podían heredar el trono. A falta de un heredero directo de los Capetos, los franceses eligieron a Felipe VI Valois, sobrino de Felipe el Hermoso, Eduardo III no aceptó esto y estalló la guerra llamada de los Cien años.
Esta guerra tuvo dos etapas. La primera de 1337 a 1380, la cual se manifestó por el predominio de los ingleses, que vencieron a los franceses en la batallas de Crocy y Poitiers. Esta primera etapa trajo como consecuencia la formación de compañías integradas por soldados mercenarios al servicio de Francia. Terminada esta primera etapa, las compañías se negaron a disolverse y se transformaron en compañías de bandoleros. Al fin fueron desintegradas bajo la monarquía de Carlos V de Francia.
La segunda etapa de la Guerra de los Cien Años comenzó hacia el 1410. Tuvo también como causa la disputa de la corona. Después de muchos enredos con el Rey de Inglaterra, Enrique fue proclamado por unos grupos franceses rey de Francia. Otros apoyaron al delfín Carlos, de la Casa de Orleans. Éste tuvo el apoyo de una jovencita llamada Juana de Arco, quien contribuyó a darle el triunfo. Juana de Arco fue vendida a los ingleses por los propios franceses y éstos la condenaron a la hoguera, como hereje. Juana de Arco fue más tarde santificada. Ya para 1452 los franceses habían expulsado a los ingleses de su territorio.
La Guerra de los Cien Años creó en Francia el sentimiento nacionalista. Carlos VII, quien había expulsado a los ingleses, inició una campaña contra los señores feudales. Esta labor fue continuada por su hijo Luis XI, de 1461 1482, que debilitó totalmente a los señores feudales y dio comienzo a la etapa absolutista.
¿Te sirvió el contenido del tema? ¿tienes alguna duda o sugerencia?
Puedes escribir un comentario en la parte de abajo y nosotros con gusto te responderemos. Esperemos que tengas un lindo día. ¡Mucho éxito en tus estudios!
