La Reforma fue encabezada en 1517 por el monje agustino Martín Lutero, peor ya en la Edad Media había tenido antecedentes en los movimientos conocidos con el nombre de heréticos. En el siglo XIV, Juan Wyclif, profesor de la Universidad de Oxford, atacó la desigualdad social y los privilegios del clero y de la nobleza, afirmando que la Biblia era la única norma de religión cristiana.
En el siglo XV las ideas de Wyclif fueron divulgadas en Bohemia por Juan Huss, quien murió en la hoguera. Aun cuando ambas doctrinas fueron reprimidas, dejaron rastros que fueron aprovechados por Lutero.
- Las causas de la Reforma
La Reforma tiene profundas causas económicas e intelectuales. Las causas políticas, económicas y religiosas hay que encontrarlas en los continuos choques entre los reyes y los papas. En Alemania el movimiento luterano fue apoyado por los príncipes que veían en este conflicto una forma para desposeer a la Iglesia de sus cuantiosos bienes y apoderarse de ellos.
Los humanistas en el terreno intelectual socavaron las bases de la Iglesia Universal. Al abogar por el libre examen, invitaban discretamente a los cristianos a estudiar directamente la Biblia, para resolver sus problemas religiosos. Además, al valerse del método experimental, atacaban muchos dogmas de la Iglesia.
En el orden religioso el estado de la Iglesia dejaba mucho que desear. La mayor parte de los clérigos estaban corrompidos y preferían una vida mundana licenciosa a cumplir con sus deberes religiosos. También algunos papas, como Alejandro VI, tuvieron un comportamiento censurable y los demás no hicieron nada para remediar esta situación. Desde la época de Erasmo se venía pidiendo una reforma religiosa dentro del seno mismo de la Iglesia, sin atacar los dogmas de ella. La Iglesia no se ocupó de ello trayendo como consecuencia que se realizara una reforma contra la misma Iglesia. Tal fue la que encabezó el monje agustino Martín Lutero.
- Lutero
El iniciador de la Reforma nació en Sajonia, en 1483. Con grandes sacrificios estudió en la Universidad de Erfurth. Se graduó de doctor en filosofía y teología en la Universidad de Wittemberg. En 1510 visitó Roma y vino escandalizado de las costumbres de la corte pontificia, plenamente renacentista. De temperamento inquieto, se excedía en las plegarias y ayunos. Un pasaje de San Agustín: "El justo se salva por su fe", contribuyó a calmar sus temores.
- Querella de las indulgencias
La distribución de las indulgencias ordenadas por el Papa León X, lo lanzó a la lucha contra el papado. Como había necesidad de recaudar dinero para terminar la Catedral de San Pedro de Roma, el Papa dispuso que podía ganarse una indulgencia mediante el pago de cierta cantidad destinada a cubrir los gastos de la citada obra. Los monjes dominicos fueron los encargados en Alemania de la distribución de las indulgencias, quienes encargados a los Fugger, poderosos banqueros, para que llevaran a cabo la recaudación,
Esto provocó la oposición de Lutero, quien fijó en la puerta de la Catedral de Wittemberg noventa y cinco tesis contra las indulgencias. Los dominicos las rebatieron y así se inicia la llamada Querella de las Indulgencias. Esta querella abarcó a todas las clases sociales y los mismos príncipes se dividían en dos bandos.
El Papa, que al principio creyó que esto era una "simple querella de monjes", al ver el giro que tomaba la discusión ordenó a Lutero retractarse so pena de excomunión. Lutero quemó la bula pontificia, lo que motivó que el Pontífice lo excomulgara en 1520.
- La Dieta de Worms
El Emperador de Alemania, Carlos V, al ver las que las prédicas de Lutero amenazaban la unidad de su Estado, intervino. En 1521 se entrevistó con Lutero en Worms. éste no se retracto por lo cual su doctrina fue prohibida. Lutero se escondió en el Castillo del Elector Federico de Sajonia y allí tradujo la Biblia a la lengua alemana y se decidió a escribir folletos de propaganda.
- Las Secularizaciones
Entre las prédicas de Lutero figuraba la de que la Iglesia debía ser despojada de sus bienes temporales para volverla al primitivo estado de pureza. Estas prédicas fueron oídas por los campesinos y los príncipes. Los primeros se sublevaron pero fueron aplastados por los grandes señores, quienes terminaron apoderándose de las tierras eclesiásticas. Esto se conoce con el nombre de Secularizaciones.
En 1529 el Emperador Carlos V, en vista del auge del luteranismo, dispuso que se admitiera la nueva religión donde ya existiera, pero que se impediría su propagación a nuevos lugares. Los luteranos protestaron contra esto y desde entonces se conoce con el nombre de protestantes a los partidarios de la Reforma.
- Confesiones de Augsburgo
Carlos V hizo el último intento para llevar la paz religiosa a sus dominios. Pidió a Lutero que presentase por escrito su nueva doctrina. Éste hizo presentar por Melanchton la llamada Confesión de Augsburgo. Los principales puntos de esta confesión eran:
- La Biblia es la única fuente de fe. Cada creyente puede interpretarla libremente.
- Sólo la fe en Cristo salva. Los demás medios, sacramentos, oraciones, ayunos, penitencias, no tienen ningún valor. La nueva doctrina sólo admitía tres sacramentos: bautismo, penitencia, comunión, pero simplemente como ceremonias.
- Las iglesias son lugares de reunión, sin altares y sin santos, donde no había sacerdotes y donde debía leerse la Biblia en idioma nacional.
Lutero murió en 1546, pero la lucha continuó. En 1555, Carlos V firmó con los protestantes la Paz de Augsburgo, la cual contenía las siguientes cláusulas:
- Se permitía en Alemania la libre creencia en las religiones católica y luterana, pero sólo podían escoger los príncipes, es decir, la religión del súbdito. Cuando éste no quería acatar la religión de su señor podía vender sus bienes y emigrar.
- Los bienes secularizados por los luteranos quedaban en su poder, pero se prohibió hacerlas en el futuro.
- La Reforma en Suiza
El movimiento luterano fue muy bien acogido en Suiza. Su primer predicador fue Ulrico Zwinglio, pero su implantador fue el predicador francés Juan Calvino, quien logró establecer una dictadura religiosa en Ginebra e hizo de ella la sede del movimiento reformista.
El calvinismo admite los principios de la doctrina luterana, pero difiere en algunos puntos. Admite la Biblia como fuente de la fe, pero sostiene la doctrina de la predestinación. Según esta, Dios de antemano le ha fijado su suerte a los hombres: unos están destinados a la salvación y otros a la condenación eterna. La doctrina calvinista era rígida en cuanto a las costumbres: Prohibía las diversiones, el uso de trajes de color y de adornos, el uso de nombres que no aparecieran en la Biblia y escribir sin autorización.
El calvinismo se extendió por casi todo el oeste europeo. Penetró en Holanda y en Francia, donde io origen a las sangrientas guerras de religión.
- La Reforma en Inglaterra
La Reforma en Inglaterra la inició el Rey Enrique VIII. Éste quiso divorciarse de su esposa Catalina de Aragón para casarse con una de sus damas, Ana Bolena. El Papa se negó a anularse el matrimonio, por lo cual Enrique VIII obtuvo que un tribunal de obispos ingleses declararan la nulidad del matrimonio y así pudo contraer nuevo enlace. El Papa lo excomulgó y entonces Enrique VIII logró que el Parlamento votara en 1534 el Acta de Supremacía, por lo cual se le reconocía como jefe de la Iglesia con los mismos poderes que tenía el Papa. Enrique VIII mantuvo los dogmas católicos. Su reforma consistió en desconocer la autoridad papal. Su sucesor, Eduardo VI, favoreció a los reformistas. Su hermana María Tudor, trató inútilmente de restablecer el poderío de Roma. Sus sucesores, siguieron una política contradictoria.
Isabel, hija de Ana Bolena, fue quien echó las bases de la nueva Iglesia, que recibió el nombre de anglicana. Ésta fue una mezcla de catolicismo y calvinismo, pero manteniendo la supremacía real como cabeza de la Iglesia.
- La Contrarreforma
La expansión del protestantismo obligó a los católicos a organizar un movimiento para ponerle freno. Éste se conoce con el nombre de Contrarreforma y fue iniciado por Ignacio de Loyola. Loyola, antiguo soldado español, fundó en 1534 una orden religiosa que llamó la Compañía de Jesús, que fue aprobada por el Papa Pablo II en 1540.
La Compañía de Jesús se organizó en forma militar. Su principio básico fue el de la obediencia absoluta a sus superiores jerárquicos. Su objeto principal era la restauración del catolicismo mediante la predicación, la confesión y la enseñanza. La Compañía de Jesús adquirió un gran desarrollo y logró en parte su objetivo.
En la América la acción de los Jesuitas se dejó de sentir. En el Paraguay se crearon las célebres misiones.
El Papa Pablo II convocó al Concilio de Trento para tratar de los graves asuntos internos de la Iglesia. Éste, que comenzó en 1545 y terminó en 1563, después de varias interrupciones, sostuvo los dogmas básicos de la doctrina católica: los siete sacramentos, la justificación por medio de la fe y de las obras. En lo disciplinario, creó los Seminarios para formar a sacerdotes instruidos. El Papa Pablo IV reorganizó la Inquisición e hizo publicar el Índice, catálogo de libros cuya lectura estaba prohibida para los católicos.
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