El tejido nervioso se caracteriza por ser excitable y capaz
de enviar y recibir señales electroquímicas que proporcionan información al
cuerpo. Dos clases principales de células forman el tejido nervioso: la neurona
y la neuroglia. Las neuronas propagan información a través de impulsos
electroquímicos, llamados potenciales de acción, que están vinculados
bioquímicamente a la liberación de señales químicas. Neuroglia juega un papel
esencial en el apoyo de las neuronas y la modulación de su propagación de
información.
Las neuronas muestran una morfología distintiva, muy
adecuada para su papel como células conductoras, con tres partes principales.
El cuerpo celular incluye la mayor parte del citoplasma, los orgánulos y el
núcleo. Las dendritas se ramifican del cuerpo celular y aparecen como
extensiones delgadas. Una "cola" larga, el axón, se extiende desde el
cuerpo de la neurona y puede envolverse en una capa aislante conocida como
mielina, que está formada por células accesorias. La sinapsis es la brecha
entre las células nerviosas, o entre una célula nerviosa y su objetivo, por
ejemplo, un músculo o una glándula, a través de la cual el impulso se transmite
por compuestos químicos conocidos como neurotransmisores. Las neuronas
clasificadas como neuronas multipolares tienen varias dendritas y un solo axón
prominente. Las neuronas bipolares poseen una única dendrita y un axón con el
cuerpo celular, mientras que las neuronas unipolares tienen un solo proceso que
se extiende desde el cuerpo celular, que se divide en una dendrita funcional y
en un axón funcional. Cuando una neurona está suficientemente estimulada,
genera un potencial de acción que se propaga por el axón hacia la sinapsis. Si
se liberan suficientes neurotransmisores en la sinapsis para estimular la
próxima neurona u objetivo, se genera una respuesta.
La segunda clase de células neurales comprende las neuroglia
o células gliales, que se han caracterizado por tener un papel de soporte
simple. La palabra "glia" viene de la palabra griega que significa
pegamento. Investigaciones recientes arrojan luz sobre el papel más complejo de
la neuroglia en la función del cerebro y el sistema nervioso. Las células de astrocitos, llamadas así por
su forma de estrella distintiva, abundan en el sistema nervioso central. Los
astrocitos tienen muchas funciones, incluida la regulación de la concentración
de iones en el espacio intercelular, la captación y / o descomposición de algunos
neurotransmisores y la formación de la barrera hematoencefálica, la membrana
que separa el sistema circulatorio del cerebro. Las microglias protegen el
sistema nervioso contra la infección pero no son tejidos nerviosos porque están
relacionadas con los macrófagos. Las células
de oligodendrocitos producen mielina en el sistema nervioso central
(cerebro y médula espinal) mientras que la célula
de Schwann produce mielina en el sistema nervioso periférico.
Tejido nervioso: El tejido nervioso está formado por neuronas y neuroglia. Las células del tejido nervioso están especializadas para transmitir y recibir impulsos. |
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