- Causas económicas
Desde el punto de vista económico, las colonias estaban profundamente resentidas con la Metrópoli. El monopolio comercial lesionaba los intereses de los americanos, lo mismo que su complicado y gravoso sistema fiscal. Aspiraban los criollos americanos a la libertad de comercio, alentados por Inglaterra, a la cual le interesaba el comercio con las colonias hispanoamericanas y por ello habían intensificado el contrabando con los ricos comerciantes coloniales y los invitaba a la emancipación.
- Causas políticas y comerciales
Los blancos criollos que tenían el poder económico, aspiraban a ejercerlos altos cargos políticos coloniales, hasta entonces reservados a los españoles. Querían ejercer, como diría más tarde el Libertados Simón Bolívar, la "tiranía doméstica". Los continuos choques de los criollos que dominaban el Ayuntamiento con los funcionarios españoles, no es sino el preámbulo de la lucha que culminará con la separación.
- Causas ideológicas
En los siglos XVIII y XIX estaban muy en boga las ideas de los filósofos relativas a las igualdad, la libertad y la forma de gobierno republicano. Para comienzos del siglo XIX estas ideas habían triunfado en Estados Unidos y Francia, donde se había proclamado la República. La lectura de los libros donde se sustentaban tales ideas influyó poderosamente en los americanos, sobre todo en el grupo de los blancos criollos, quienes encontraron en ellas fundamentos para llevar adelante su propósito de separarse de España.
- La invasión de Napoleón
El hecho que motivó la ruptura con España fue la invasión de ésta por Napoleón Bonaparte. Éste logró la abdicación de los reyes Borbones, Carlos IV y Fernando VII, en favor de su hermano José Bonaparte. Una viva reacción se produjo y el pueblo español se levantó en armas, en una lucha nacional, proclamando fidelidad a Fernando VII y se formó una Junta Central que gobernó en nombre de la dinastía borbónica. Esta junto funcionó primero en Aranjuez, después en Sevilla y luego en la isla de León y terminó por ser sustituida por un Consejo de Regencia. La formación de esta junta provocó en América actitud similar. Por todas partes empezaron a formarse comités igual que, una vez que deponían a las autoridades peninsulares, empezaron a gobernar en nombre de Fernando VII y se negaban en su mayoría a reconocer la autoridad de la Junta Central de España. Éste fue el primer paso hacia la separación, ya que las juntas americanas estuvieron formadas en su mayoría por blancos criollos, que obtenían así el poder político ambicionado.
La independencia hispanoamericana tuvo sus precursores. Los más notables fueron el venezolano Francisco de Miranda y el neogranadino Antonio Nariño.
La independencia hispanoamericana no se logró sino después de alguna lucha. Venezuela, después de catorce años de lucha, selló su independencia en la Batalla de Carabobo, el 24 de junio de 1821. Su libertador fue Simón Bolívar, quien libertó también la Nueva Granada, Ecuador, Perú, y fundó la República de Bolivia.
Las provincias argentinas proclamaron su independencia el 9 de julio de 1816, después de un largo proceso político iniciado en 1810. El jefe argentino más caracterizado en la lucha por su independencia fue el general José de San Martín, quien preparó una expedición libertadora a Chile y venció a los españoles en la Batalla de Chacabuco, con la cual se fija la libertad chilena.
El Paraguay realizó su independencia en forma incruenta el 14 de mayo de 1811. Uno de los revolucionarios, el doctor Gaspar Rodríguez de Francia, fue electo más tarde dictador y gobernó el nuevo país por medio del terror.
En México se inició la lucha por la independencia en la noche del 15 al 16 de septiembre de 1810. El jefe insurgente fue el cura don Miguel Hidalgo y Costilla, quien do el célebre Grito de Dolores. Vencidos Hidalgo y su lugarteniente Morelos, sólo años más tarde, en 1821, logró su independencia, cuando don Agustín de Iturbide proclamó el plan de Iguala.
El Brasil logró su independencia en forma pacífica. La Casa de Braganza huyó de Portugal al Brasil, a raíz de la invasión francesa y estableció allí su corte. Vencido Napoleón, el Rey Juan VI se embarcó para Portugal y dejó encargado del poder a su hijo don Pedro. La ausencia del rey realizaba prácticamente la separación del Brasil. El 7 de septiembre de 1822 en obediencia a la presión popular don Pedro proclamó la independencia de Brasil, y fue electo Emperador constitucional. Más tarde se transformó en República.
El Uruguay tuvo su más ferviente jefe autonomista en don José de Artigas. Después de suerte varia, cuando se incorporó alternativamente al Brasil y a Argentina estas naciones reconocieron su independencia el 4 de octubre de 1828.
Centroamérica aprovechó la proclamación del Plan de Iguala en México para separarse de España. Estuvo primeramente unida a México, después se separó y formó repúblicas independientes.
Haití, colonia francesa, va a lograr su independencia como consecuencia de la Revolución Francesa. El jefe del movimiento emancipador fue un antiguo esclavo, Toussaint L'Ouverture, quien fue hecho prisionero y recluido en un castillo de Francia, donde le dejaron morir de hambre y frío. Los haitianos siguieron combatiendo. Encabezados por Dessalines y Christopher lograron su independencia en 1804.
La emancipación de las colonias españolas y portuguesas contribuyó a fortalecer la causa republicana. Sólo Brasil, momentáneamente, tuvo una monarquía constitucional, pero no tardó en proclamar la República.
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